top of page
  • Foto del escritorPatri

Una experiencia docente

Actualizado: 30 abr 2019

Los niños de Primaria pasan en el colegio un montón de horas. Más que muchos adultos en su trabajo. Conviven, emprenden retos, generan contenidos, comparten ideas... pero también juegan, compiten, se enfadan, se amigan, se gustan, se disgustan, se quieren, se dejan de querer; no se aburren, esa es la verdad. Yo tampoco.




Yo les llamo cariñosamente "mis pingüinos", y es que el primer día de curso, cuando todavía no me conocen y están un poco "acogotadinos", vienen detrás de mí allá donde yo voy, y se quedan juntos en sus grupos de amigos dándose calor y seguridad, hasta que poco a poco se van haciendo mayores, creciendo por fuera y también por dentro.


Ese grupo va a ser como nuestra familia durante dos cursos. Como maestros, tenemos que hacer lo posible por fomentar ese clima de casa: cálido, afectuoso, donde podamos ser nosotros mismos y enseñarnos sin miedo; donde los demás sepan lo que nos encanta y también lo que nos asusta; ese sitio en el que puedas ser libre para participar, para emprender, para valorar y dejar que te valoren... En definitiva: un lugar al que quieras ir y del que te vayas contento.

En esta sencilla presentación, explico brevemente algunas ideas para fomentar las relaciones afectivas en el grupo.




25 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page